(El Príncipe) Von Ucker
por: Redacción
Fuente:
esmas.com
Christopher Uckerman
Guapo, varonil, sexy, príncipe entre los príncipes. Metrosexual. Cuida su imagen y su ropa. Es ordenado, siempre pendiente
de su aspecto. Es el galán de galanes, siempre rompecorazones, cambia de chava como de calcetines.
Las chavas van siempre tras él. Lo siguen como moscas. Divertido, fanfarrón pero con mucha gracia, no necesita esforzarse,
lo tiene todo. Dinero, galanura, fama, clase, mujeres.
Nunca le falta lana; siempre está gastando. El dinero simplemente le aparece en las manos. Tiene tal encanto para moverse
por la vida que el trabajo le llueve, las mujeres se arrojan a sus pies (o a sus genitales), el dinero le cae del cielo.
No tiene pedos en la vida. Se dedica a disfrutarla. Un príncipe en toda la extensión de la palabra, con lacayos siempre
dispuestos a obedecerle y cumplirle todas sus peticiones. La ley es su ley, la que él quiera, como quiera, a la hora que quiera,
donde quiera.
Sociable y divertido. Encantador y seductor. El mundo lo aclama y le pertenece. Por lo mismo es orgulloso y difícilmente
reconocerá sus errores. Vive expuesto a la atención de los demás y no piensa defraudar a nadie, pero… Llegará el día
en que sienta la necesidad de relajarse, de tener paz, de buscar el amor sin que le sea regalado.

Poncho
por: Redacción
Fuente: esmas.com
Alfonso Herrera
Es un chavo de este mundo. No le tiene miedo a nada. Aventurero. Es muy atractivo pero jamás estará buscando verse bien
o estar a la moda. Le tiene sin cuidado. No lo necesita.
No tiene la apariencia inalcanzable. Por lo mismo, genera una gran atracción entre las chavas. Es un tipo accesible a cualquier
mujer. Es fuerte y determinado, hace lo que quiere sin importarle los convencionalismos sociales. Es seguro de sí mismo y
no le pide permiso a nadie para nada.
Es idealista, franco, honesto, pero también impulsivo, necio, buscapleitos y en ocasiones explosivo. Nada le es indiferente,
por el contrario, se involucra y se compromete con lo que lo toca o lo conmueve. Independiente, sencillo, sensible, pero entrón.
Es un líder y un guerrero por naturaleza. Es el novio formal que toda chavita quisiera tener. Al inicio de la serie anda
con una chava mayor que él (Fabiola González Lobo, 28 años). Es una sicóloga guapa, experimentada, que se la pasa haciendo
alarde de su sensualidad y poder de atracción sobre los demás… sicoanalizándolos.
Aunque nunca le ha faltado nada, Poncho nunca ha sido un chavo acostumbrado a riquezas y despilfarros. Con la lana es ahorrador
aunque por consejo de su novia en turno, hace donativos y se adhiere a causas sospechosas como la conservación del caracol
rosa en Tepeji del Río.

Annie
por: Redacción
Fuente: esmas.com
Anahí
Hermosa, chic, sofisticada. Llama la atención a donde quiera que va. Su apariencia es lo más importante en su vida. Es
niña bien, nunca le ha faltado el dinero, nunca ha tenido que sacrificarse por nada, aparentemente lo tiene todo.
Belleza, fama, fortuna. Sin embargo, toda esa aura de perfección se traduce en una exigencia personal de estar siempre
por encima de todos. Tiene necesidad de ser la más bella, la más linda, la más chic, la más simpática, la más capaz, la más
perfecta, la más todo. Y eso, pesa.
Annie carga todo el tiempo con el peso de su propio rigor. Y entonces lucha deseperadamente cada día para reinventarse
a sí misma. Se esfuerza para lograr el look, la actitud, el estado de ánimo. Se actúa. Vive en la pose de sí misma, y no puede
aceptar encontrarse ni el más mínimo defecto… aunque los tenga. Es la princesa en su castillito de cristal. Su vida
es apariencia de bienestar y de tener todo resuelto, pero su interior no está completo, es fragil. Mucho.
Experimenta una profunda soledad y dolor al comprobar cada vez que su exterior, “maquillado”, siempre pulido
y acabado, no concuerda con su vulnerable interior, frágil y defectuoso.

May
por: Redacción
Fuente: esmas.com
Maite Perroni
Muy bonita y perfeccionista. Su fama en el medio y con el grupo, le han dado consciencia sobre sí misma. Es extrovertida,
incansable, hiperactiva, y llena de virtudes, siempre buscando una buena causa para ayudar.
Es la virtud con pies además de una chica sana siempre pendiente e informada de cómo combatir distintos problemas de salud.
Se enorgullece de lo que ha logrado, pero es un tanto supersticiosa.
Aunque lo niega, cualquier buen rollo esotérico, la atrapa y quiere estudiarlo, dominarlo y practicarlo como verdad absoluta.
Se mete a cuanto curso esotérico se le atraviesa en el camino: tarot, quiromancia, astrología, etc., pasando por disciplinas
de búsqueda espiritual de dudosa credibilidad.
Cada curso le parece fabuloso y “descubridor” de sus más íntimas necesidades espirituales (y de las de otros),
pero nunca lo termina. Siempre hay algo mejor o que “de verdad te lleva a la verdad”, etc. Tras recibir la instrucción
oportuna en cada “arte esotérico”, da consejos que ella misma no sigue.
Hace cosas (incluyendo hechizos) para conseguir el amor… Y aunque busca incesantemente el amor, éste jamás llega
porque ella siempre está esperando al príncipe azul. Es muy idealista y también perfeccionista para con quienes se atraviesan
en su camino.
Algún día encuentra a un chavo perfecto y tras la emoción y felicidad del primer encuentro, éste resulta ser gay. Y así…
Se le aparecen diferentes tipos de hombres; divinos, inteligentes, guapos, con mil cualidades y alguno que otro defecto…
Y siempre los batea porque está esperando al hombre perfecto… hasta que se da cuenta de que está sola.

Chris
por: Redacción
Fuente: esmas.com
Christian Chávez
Siempre evaluando todo como si se tratase de mercancías. Todo lo hace por interés. Es un vivo pero siempre acaba metiéndose
en problemas de los que sale con bastante gracia.
Es el más simpático, siempre echando desmadre, siempre buscando el chiste, la carcajada, el buen humor. También es egoísta,
busca su provecho, y miente siempre que sea necesario, o sea, siempre.
Es desconfiado y calculador, desconsiderado, abusador y hasta grosero, sin-vergüenza y descarado, pero todo lo hace con
tanta gracia y simpatía que aunque todos quieran matarlo, acaban perdonándolo.
Busca más sexo que amor, pero lo que caiga es bueno. Siempre quiere ligarse a todas las niñas en su camino, y aunque en
principio parecen corresponderle, siempre acaba siendo visto como el mejor amigo de ellas, lo cual le causa tremendas frustraciones
y ganas de lanzarse de cabeza al canal de Chalco.
Sobra decir que es un amarrado. Jamás aceptará dividir la cuenta, ni siquiera o mucho menos con sus mejores amigos.